(Historia de Leon)
Ésta es una historia corta que aparece en el visual book de Ijiwaru My Master. Es un relato cómico donde Leon intenta recrear las costumbres del mundo humano... xD
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Una tarde tranquila, bajo la luz dorada de la luna, Leon lee un libro solo junto a la ventana. En sus páginas, junto a los hermosos caracteres grabados, está lleno de notas escritas a mano. En lugar de esos caracteres, los ojos de Leon siguen esas notas.
Al llegar a la última página, Leon cierra el libro de un golpe y suelta un profundo suspiro.
"...Ya veo... Así que éstas son las costumbres humanas. En el laboratorio de la montaña se dedican a estudiar esa cosa de la ciencia humana, pero ciertamente sus costumbres son mucho más interesantes."
Se pone de pie con ceremonia para luego lanzar un potente grito hacia la puerta.
"¡Kurumi! ...¿¡Dónde te metiste!?"
En muy poco tiempo se oye el ruido de unos pasos atarantados llegar a la puerta y detenerse en seco justo frente a ella. Unos segundos después, la puerta se abre lentamente.
"¿Q-Qué desea, Leon-sama?"
Por el espacio abierto se asoman unos grandes ojos castaños, que observan a Leon como los de un conejo asustado.
(Rayos, con sólo ver mi cara pone esos ojos. Si ni siquiera le he hecho nada, qué molestia.)
Leon chasquea suavemente la lengua y le hace a Kurumi una seña para que entre.
"Tú eres humana, ¿verdad?"
"Eh..."
Kurumi lo queda mirando con la cabeza inclinada hacia un lado, confundida al oír esa pregunta tan obvia.
"Sí... Soy humana."
"Resulta que ahora tengo mucha curiosidad por conocer las costumbres de los humanos."
"¿Sí...?"
"Y me gustaría experimentarlas yo mismo."
"...Claro..."
Un mal presentimiento hace a Kurumi retroceder un paso inconscientemente. Sin embargo, Leon la rodea de inmediato con un brazo y la acerca hacia él.
"Y tú me vas a ayudar, ¿verdad?", susurra Leon en su oído, recorriendo su espalda con una caricia lujuriosa. Kurumi siente mucha curiosidad de saber si esa ayuda que quiere que le preste tiene algo que ver con este comportamiento, pero se abstiene de preguntar al imaginar el escándalo que Leon haría.
"Ayudarle... ¿Y qué tendría que hacer?"
"Oh, ya veo, quieres ayudarme, entiendo, entiendo."
"Eh... ¡Espere un momento...!"
"¡Eins! ¡¡Eins!!"
Sin entender nada, Kurumi observa confundida cómo Leon llama a Eins ignorándola, y le ordena que traiga a Ryuka al castillo de inmediato. Cuando éste llega, Leon le entrega el libro que estuvo leyendo y le pide que le traiga cosas con que puedan recrear el mundo que aparece en la historia. Intrigada por el contenido del libro, Kurumi intenta echarle un vistazo, pero Leon la mira con una cara fea cuando la descubre y no le permite leer nada.
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---Unos días después.
"...Este, Leon-sama... ¿A esto se refería cuando hablaba de las costumbres humanas...?"
Vestida con la ropa que Leon le obligó a ponerse, Kurumi lo mira ceñuda y muy incómoda.
"Ah, te queda perfecto."
"...Haa..."
"Así que esta ropa usan los humanos todos los días. Parece un poco difícil caminar con eso."
...Claro que no usan esto todos los días.
Kurumi está a punto de decir eso, pero no lo hace. Si lo hiciera, la tendría unas cuantas horas explicándole, y en medio de la explicación comenzaría a entender todo mal o por alguna razón acabaría enojándose. Una de dos.
"Bueno, no importa. Debe ser un poco incómodo, pero no está mal verte con esta ropa de vez en cuando."
"...Cla-Claro...", asiente ella, observando su reflejo en la ventana. Todos los años usaba yukata, pero jamás se había puesto un kimono...
Esta mañana, Leon se metió a la habitación de Kurumi de muy buen humor, le entregó un enorme paquete y le ordenó que se vistiera de inmediato con lo que había dentro. Al abrirlo, apareció un kimono con todos sus accesorios. Quién sabe cómo se los consiguió, pero hasta traía un par de geta a juego. De alguna forma logró colocarse todo y se dirigió al cuarto de Leon. Allí estaba él esperándola, vestido de samurai. Al verlo, Kurumi quedó impresionada por su apariencia elegante y gallarda, acelerándosele un poquito el corazón. Claro que de eso a Leon no le dijo nada.
"...Este, Leon-sama, ¿es que pretende que actuemos una telenovela de época o algo así...?"
"¿"Telenovela de época"? ¿Qué rayos es eso? Yo sólo quiero experimentar un poco la vida de los humanos."
(Si sólo fuera eso estaría bien, pero...)
Es obvio que Leon ha malentendido algunas cosas. Seguro piensa que los humanos siguen viviendo así hasta la actualidad.
"Este... Leon-sama, ¿dónde aprendió estas... supuestas costumbres humanas?"
"Las leí en este libro que le compré a Ryuka. Todo suena genial. Las mujeres humanas son soldados y tienen un rango llamado "geisha". Ellas combaten noche tras noche usando unas armas llamadas "shamisen", ¿verdad? Y en los castillos hay un "señor feudal", que todos los días entrena a sus caballos junto al río. Sí, señor, los humanos son muy interesantes."
"¿Q-Que las geishas son soldados? ¿¿Que los señores feudales entrenan caballos??"
Kurumi revisa el libro que Leon le acaba de entregar. Se trata de una novela de época llena de acción, que en realidad poco de época tiene, ya que ignora bastantes acontecimientos históricos, mezclando cosas inventadas con la realidad. Claro que con esto jamás iba a aprender sobre las costumbres humanas, y encima quién sabe cómo se lo explicó Ryuka...
"Sabe, Leon-sama, esto es..."
"Bueno, comencemos de una vez."
"...¿Cómo?"
Leon tose ligeramente, se deja caer en el sillón e invita a Kurumi a acercarse con un gesto de su mano.
"Kurumi, venid aquí a mi lado."
"¿Ah?"
"¡Que te acerques de una vez!"
"......"
Un poco recelosa por el cambio de lenguaje de Leon, avanza tímidamente hasta quedar frente a él.
"..."
"......"
"........."
"............"
"...¡¡Hey!!"
"¡Kya--! ¿¡S-Sí!?"
"Tráeme dulces dorados."
"¿¡C-Cómo!?"
"¡En el libro decía que en estas situaciones al gobernador le traían dulces brillantes y dorados! ¡Quiero comer dulces dorados! ¡¡Tráeme algunos ahora!!"
(Pues no se comporta como un gobernador. Y qué "situación" supuestamente es ésta, si solamente me pidió que me acercara. Y eso de los dulces dorados es sólo lenguaje literario, no es que en verdad haya dulces dorados...)
Kurumi no sabe cómo explicárselo, la cabeza le da vueltas. Finalmente, pronuncia una patética excusa.
"...O-Olvidé cómo prepararlos. Lo siento."
"¿¡Qué!?"
"...¡L-Lo siento! Además, los dulces dorados son comida del mundo humano, debe ser difícil conseguirlos aquí."
"...Mm, tienes razón. Debería haberle pedido también eso a Ryuka."
Leon sacude la cabeza decepcionado, mientras Kurumi se pregunta qué clase de cosa le traería Ryuka si le pidiera "dulces dorados".
"Bueno, dejemos a un lado lo de los dulces dorados. A partir de ahora viene lo más importante."
"...¿Es que todo esto fue sólo un preámbulo?"
"Bueno, ahora yo voy a recrear una maravillosa costumbre humana."
Leon sonríe con malicia y posa una mano sobre el obi de Kurumi.
"......!!"
Ya imaginando qué pretende hacer, Kurumi le aparta la mano de un golpe y sale corriendo hacia una esquina del cuarto.
"¿¡Q-Qué cree que está haciendo!?"
"¿¡Y tú por qué huyes!? ¡¡Se supone que ahora yo tengo que quitarte la ropa y tú tienes que gritar "Señor gobernador, por favor, deténgase~~"!! ¿¡O no!?"
"...¡¡S-Sabía que sólo quería eso!! ¡¡Pervertido!!"
"Qué... ¿¡Pervertido, dices!? ¿¡O sea que consideras las costumbres de tu propio mundo pervertidas!?"
"¡¡Ésas no son nuestras costumbres, es pura ficción!!"
"¡No sé a qué te refieres, pero deja que te quite la ropa! ¡¡Y luego ruégame que pare!!"
"¡No, no--! ¡¡Ya basta~~!!"
"¡¡Así no, tienes que decir "por favor, deténgase"!!"
Gritando cosas sin sentido, ambos corren en círculos por el cuarto.
(Es como si... Cierto, es como si...)
"¡¡Leon-sama, así parece el villano de la historia!!"
"!?"
Quizá reaccionando a la palabra "villano", Leon se detiene en seco. Se queda mirando a Kurumi con el ceño fruncido.
"¿Se puede saber qué tengo de villano? Soy guapo, elegante, inteligente, tengo mucho dinero, poder mágico... Bueno, aún tengo que recuperarlo, ¡pero soy el hombre perfecto! ¡No soy un villano, se me mire como se me mire sólo puedo ser el protagonista!"
"¡Será guapo, elegante, inteligente, con mucho dinero y poder mágico, pero es ese traje! ¡Ese traje lo usan los samurai, que son amigos de la justicia!"
Kurumi escapa como puede de las manos de Leon, diciendo lo primero que se le viene a la cabeza.
"Claro, claro, es un traje perfecto para mí."
"¡¡P-Pero los samurai no persiguen a señoritas indefensas ni las obligan a que les digan "señor gobernador, por favor, deténgase~"!! Y, y el gobernador era un señor muy malvado, y, y... ¡¡En resumen, como usted está tratando de imitarlo, significa que usted también es malvado y pervertido!!"
Ni siquiera ella sabe qué rayos fue lo que dijo, pero ahora Leon, quizá reaccionando a la palabra "pervertido", vuelve a detenerse y a quedarla mirando con el ceño fruncido.
"Pues no quiero ser un pervertido."
"Eh..."
"Los pervertidos no son bien vistos. Yo no quiero ser un pervertido."
"...Pues a mí me parece que ya lo es...", susurra Kurumi, tan bajo que Leon no alcanza a oírla.
Entonces Leon regresa lentamente al sillón y se deja caer sobre él.
"Sólo quería recrear las costumbres humanas y resulta que justo elegí el papel del villano... No pensé que acabaría haciendo el papel del pervertido..."
"........."
Aunque es por una razón tonta, de todas formas a Kurumi le da un poco de pena verlo así de deprimido, así que se acerca hasta él dando pasos cortitos.
"Leon-sama, este... No se ponga así. Hay muchas costumbres humanas que sí son maravillosas... Así que... Bueno..."
"...Ya está decidido."
"¿Eh?"
Leon alza el rostro, mostrando unos ojos radiantes de felicidad con su nueva idea.
"¡Ya lo decidí! ¡Hoy será un día en que podré hacer lo que quiera sin ser pervertido!"
"¿¡E-Eeeh!?"
"¡Listo, así podremos disfrutar tranquilamente de las costumbres humanas!"
"¿¡C-Cómo es eso, qué regla ridícula y egoísta es ésa!?"
"¡Nada de quejas! ¡¡Yo soy el amo de este castillo!!"
Las manos de Leon agarran con destreza el obi de Kurumi y lo jalan, haciéndola dar vueltas sobre sí misma y dejándola desnuda.
"¡Aquí voy, Kurumi! ¡¡Puedes gritar y llorar todo lo que quieras!!"
"¡Kya, kya...! ¡¡No, nooo~...!! ......¡Bastaaa~~...!"
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---Varios días después.
"Oye, Kurumi."
"...Q-Qué sucede..."
"En el mundo humano hay un lugar que se llama "enfermería de la escuela", ¿verdad?"
"...¿¡Cómo!?"
"Leí que allí hay un hombre con "delantal blanco" que examina señoritas con "uniforme escolar" todos los días. Esta vez me gustaría recrear esa costumbre."
"..........."
"Voy a pedirle de inmediato un "delantal blanco" y un "uniforme escolar" a Ryuka..."
"...¡¡Ya déjese de tonterías~~~!!"
¡¡¡PAF!!!
"¡Ugh--...!"
La historia de amor de estos dos comenzó un poquito, sólo un poquito después...
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